viernes, 27 de noviembre de 2009

Armas del futuro







Comunicaciones y sensores




Otro de los aspectos militares relacionados con la nanotecnología se refiere a las comunicaciones, destaca la revista Signal. En otro artículo la revista cuenta los planes del New Jersey Nanotechnology Consortiun, fundado hace tres años por Lucent Technologies y los Laboratorios Bell, que incluyen importantes desarrollos nanotecnológicos relacionados con la defensa.Lo que pretende con las comunicaciones es aumentar la capacidad de los satélites y las estaciones terrestres mediante el uso de nanotecnología. Sensores basados en nanotecnologías es otro de los objetivos de estas investigaciones. Permitirían observar la superficie terrestre y el fin del mar mediante lentes que funcionan como el ojo humano.También trabaja en nanosensores con la misma capacidad olfativa que un perro, así como nanomicrofonos que eliminan el ruido de fondo de un campo de batalla, limpiando las comunicaciones.La creación de un interfaz biológico hombre máquina, capaz de conseguir que un arma reconozca a su dueño y solo actúe bajo sus ordenes (al igual que un perro), es otro campo de investigación con fines militares, así como la creación de nanopartículas generadoras de luz para las telecomunicaciones sin necesidad de láser.La detección de campos magnéticos débiles, como el del un rifle o el del un submarino, capaces de activar medidas defensivas anticipadas que neutralicen un ataque, es otro campo de las investigaciones militares en nanotecnologías.

Armas mas capaces


Pero la nanotecnología no servirá sólo para crear nuevas generaciones de armas, sino que las armas ya existentes pueden aumentar su capacidad de destructoras hasta límites insospechados.Por ejemplo, los fusiles serán más potentes, y sus balas podrán dirigirse hacia el objetivo deseado incluso con lecturas de ADN. Los materiales para la aviación serán más ligeros y de mayor rendimiento y, al estar fabricados con una mínima cantidad de metal, serán mucho más difíciles de detectar por radar.Por lo general, se considera que las armas basadas con esta tecnología tendrán una capacidad de destrucción masiva superior a la de las armas nucleares, químicas y biológicas La diseminación de estas armas nanotecnológicas será inevitable y la disuasión nuclear (que impide un ataque porque supone la destrucción de los dos países beligerantes) dejará de tener sentido porque cualquier país podrá derrotar a su enemigo en un primer ataque sin represalias posibles.Al respecto, puede pensarse en el lanzamiento de nanorobots desde un avión sobre el campo enemigo, con capacidad de dañar la electrónica adversaria, infiltrarse en el cuerpo de soldados o dormir en su sangre hasta que son activados por señal son algunos de los escenarios plausibles diseñados por estrategas militares.La gran diferencia respecto a estas armas convencionales, es que las armas nanotecnológicas serán accesibles con mucha facilidad a pequeños países y grupos terroristas, ya que los materiales necesarios para su fabricación estarán por todas partes debido a los múltiples usos civiles de la nanotecnologías.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Ventajas defensivas


Desde otra perspectiva, las nanotecnologías pueden también aportar grandes ventajas, como mejorar la capacidad defensiva de un país detectando con mucho tiempo a un posible agresor o disponiendo de armas del tamaño de un bolígrafo con capacidad para destruir toda una ciudad. Investigaciones en curso en Estados Unidos pretenden conseguir mallas capaces de proteger de radioactividad a los soldados y que podrían servir al mismo tiempo para actuar como compresas ante las heridas. Otras investigacioones nanotecnológicas pretenden disminuir el estrés de los soldados y aumentar su capacidad de movimiento en el campo de batalla. Otra ventaja teórica es que las nanotecnologías pueden aportar armas más limpias y seguras que causen menos daños colaterales que las convencionales, sin olvidar las capacidades experimentales de nanorobots espías. Sin embargo, la primera preocupación en lo que respecta al desarrollo de estas armas es la toxicidad. Productos que a niveles no moleculares no resultan tóxicos, permitidos incluso por los ministerios de sanidad en los alimentos, podrían ser enormemente tóxicos a nivel nanométrico. Según Signal, la nanotecnología va a suponer una gran revolución industrial que no será exclusiva de Estados Unidos, que aún va a la cabeza en este sector, sino que también se dará en otros países al mismo tiempo. Estados Unidos es uno de los países en los que más se está desarrollando la nanotecnología, pero China es especialmente ambiciosa en este campo. El número de ingenieros especializados en esta rama de la tecnología en China es mayor que en Estados Unidos, lo que supone un riesgo para los norteamericanos, que no podrán hacerle frente en 20 ó 30 años. La India también está investigando seriamente en este sector.

La nanotecnología promete armas más destructivas que las nucleares




Los elementos para su fabricación estarán al alcance de cualquier país o grupo terrorista dentro de 20 años
La nanotecnología promete para los próximos 20 años armas del tamaño de una molécula que serán más destructivas que las nucleares, químicas y biológicas actuales: un bolígrafo podría destruir toda una ciudad. Cualquier país o grupo terrorista podrá disponer de ellas porque los materiales necesarios para su fabricación estarán por todas partes debido a los múltiples usos de las nanotecnologías. Aunque mejorarán las capacidades defensivas de los países pioneros, las nanoarmas cambiarán las reglas de la disuasión y los actuales esquemas de poder mundial. Los expertos advierten de la necesidad de adopar medidas legales y políticas preventivas.

La nanotecnología puede dar lugar a una nueva generación de armas con una capacidad de destrucción y de disuasión superiores a las del armamento nuclear, químico y biológico, que estarán al alcance de cualquier pequeño país o grupo terrorista, advierte la revista Signal, perteneciente a la Armed Forces Communications and Electronics Association. La nanotecnología es el desarrollo y la aplicación práctica de estructuras y sistemas en una escala nanométrica: entre 1 y 100 nanómetros (un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro). La nanotecnología se ocupa por tanto de la fabricación y el control de estructuras y máquinas del tamaño de las moléculas.